Aguas Claras Bar&Piscina
Aguas Claras, Puerto Viejo

Lo que solía ser la “Esquina olvidada de Costa Rica,” la Costa del Sur del Caribe, es ahora considerada por muchos como la gallina de los huevos de oro del país.

En el pasado, una amplia gama de impedimentos graves tales como carreteras negligentemente abandonadas, retrasos en la construcción, huelgas de sindicatos, pobreza, y—enfrentémoslo—el racismo, obstaculizaban en gran medida la autonomía y la prosperidad de la región.

Hoy, no se han enfrentado todos estos impedimentos, pero los tiempos están cambiando de manera rápida y definitiva. Y con el apoyo del gobierno realizando mejorías multi-sectoriales, muchos sienten que el Caribe está maduro para un renacimiento.

La trasformación regional esperada por tanto tiempo se ha enfocado en la infraestructura y servicios críticos, incluyendo la ampliación y reparación de la ruta 32 Braulio Carrillo así como de las rutas 36 y 256 que conectan la capital, San José, con la Costa Caribeña y la frontera Panameña.

Con el apoyo de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) y de otros socios, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) está construyendo sistemas mejorados para el tratamiento de las aguas en áreas focalizadas. UNOPS también está contribuyendo con la construcción de un puente bi-nacional nuevo entre Costa Rica y Panamá, que incluye mejorías a las estaciones de procesamiento inmigratorio en el pueblo fronterizo de Sixaola.

Route 32 (via news.co.cr)

Otros logros significativo en curso, abarcan la expansión de las instalaciones para redes de telecomunicaciones en cobre y fibra óptica en la Provincia de Limón, que permiten una mejoría en la transmisión de video, voz, y archivos de datos. Y se encuentran bajo consideración la construcción de dos muelles marinos pequeños en Puerto Viejo y Cahuita, que ofrecerán la oportunidad a los pescadores locales y operadores turísticos la oportunidad para expandir sus empresas marítimas así como ofrecer servicios de taxi-embarcación entre ambos destinos y otros servicios entre Tortuguero y Bocas del Toro programados para el futuro.

Y finalmente, la Dirección General de Aviación Civil y la Autoridad del Consejo Técnico de Aviación Civil autorizaron la construcción de una terminal nueva para pasajeros en el Aeropuerto de Limón. Entre otras mejorías, la inversión de $3 millones también ofrecerá áreas de procesamiento separadas para los pasajeros domésticos e internacionales, permitiéndole al aeropuerto recibir vuelos internacionales, eventualmente. Un pronóstico promisorio para la industria del turismo de la región si el plan llega a su fruición.

El Caribe – un mercado nicho

“Estas mejorías en la infraestructura están pavimentando el desarrollo sostenible de la región,” dice Christer Eriksson, co-propietario del Restaurante icónico Koki Beach en Puerto Viejo. “El Caribe Sur es una joya en bruto y necesitamos cuidarla. Aquí usted no verá cadenas hoteleras multinacionales; estos son pequeños negocios familiares manejados por las personas que trabajan y viven aquí.”

Koki Beach restaurant at night
Koki Beach, Puerto Viejo

A pesar del panorama prometedor propiciado por las mejorías gubernamentales, la región continúa enfrentando desafíos graves en miras al futuro.

Primero, el cantón de Talamanca—aka, el Caribe del Sur—es el segundo más grande del país y figura entre uno de los más pobres en el índice de desarrollo humano. La falta de educación (o acceso a) permanece como uno de los factores más paralizantes que enfrenta la población.

Segundo, la zonificación marítima y los planes regulatorios aún están por formalizarse, dejando a los inversionistas especulando respecto de si comprar o desarrollar en el área. Los escépticos sostienen que un mayor desarrollo del territorio costero diluiría las riquezas sociales y culturales que lo hacen único.

Mientras que por otra parte, aquellos que presionan por el lanzamiento del plan regulatorio, insisten que es la única manera de asegurar que se desarrollen los terrenos apropiadamente, y que existen leyes establecidas para proteger el ambiente y las comunidades aledañas, además de los negocios mismos – comúnmente referidos como su Seguridad Jurídica (seguridad legal).

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“Además de la agricultura, el turismo es el motor que mueve a todo el cantón,” explica Eriksson. “Sin embargo debemos recordar que aproximadamente el 88% del territorio está protegido y no puede ser desarrollado. Usted nunca verá turismo masivo aquí, que de hecho es bueno. La región necesita desarrollarse como un mercado nicho sostenible.”

De hecho, el 55% de las tierras de Talamanca se encuentran dentro del Sistema Nacional de Parques; el 31% está dedicado a sus cuatro reservas indígenas, y el 2% pertenece al Refugio Nacional de Vida Silvestre de Gandoca Manzanillo. El 12% remanente deja poco territorio preciado para el crecimiento – tierra que debe ser desarrollada sabia y concienzudamente.

“Los negocios que se toman en serio lo que están haciendo aquí, son los que consiguen triunfar,” insiste Colin Brownlee, un residente de largo-plazo, emprendedor, y propietario del Hotel predominantemente popular Banana Azul. Y lo que el Caribe requiere, es hacerlo bien.

“Creemos en esta región.”

Hotel Banana Azul
Hotel Banana Azul, Puerto Viejo

Brownlee explica que “el problema con el Caribe en esta época, no es que lo hagan a un lado. Por el contrario, el problema es que no podemos mantener el ritmo de la demanda. Funcionamos a un 90% (o más) de ocupación a lo largo del año, y la queja más importante que escucho de parte de los agentes de viajes es que el área no posee suficientes habitaciones de calidad.”

“Las personas que vienen a Puerto Viejo, vienen porque ellos desean algo más audaz y menos predecible. Ya no es un público sólo para ‘broncearse en la playa’.” Añade. “En el pasado, raramente veíamos turismo nacional acá. Hoy en día, Puerto Viejo se ha vuelto extremadamente popular entre los Ticos. Ellos vienen aquí porque saben que están obteniendo algo auténtico.”

“Si no podemos ganar en casa, no podemos ganar afuera,” refiere Brownlee. “Es maravilloso ver a los turistas Costarricenses lado a lado con los extranjeros. Los huéspedes lo aman.”

Él continúa destacando que hay diferencias considerables entre el Caribe del Sur y las comunidades playeras de la Costa Pacífica como Nosara o Sámara, por ejemplo. “Existe una vibra en el Caribe que comunica ‘todos son bienvenidos,’ y esto incluye a todos, desde los turistas nacionales hasta los mochileros y hasta los viajeros de boutique de alto nivel. Este no es el caso en varias comunidades afluentes de las playas del Pacífico que atraen un tipo de turistas más afluentes, relativamente homogénea, y menor diversidad.”

Lo que se requiere es fortalecer la imagen única de la región y convertirla en un líder y pionero en el movimiento eco-turista creciente del país.

El Eco-Refinamiento deja su huella

Aunque sus cantidades son pocas – los hoteles de alto-nivel, sofisticados, y ecológicamente conscientes han estado operando en la Provincia de Limón por décadas. La mayoría se concentra dentro y alrededor de los pueblos de Puerto Viejo, Cahuita, Tortuguero, y muchos buscan una posición importante en la industria del turismo del país.

Aguas Claras
Aguas Claras, Puerto Viejo

Sin embargo, la llegada de la Colección Cayuga, un líder en gerencia hotelera, está atrayendo el reconocimiento que la región del Caribe ha estado esperando. La compañía, que ha estado operando en Centro América desde 1999, asumió recientemente la gerencia de una de los epicentros más eclécticos y contemporáneos de Puerto Viejo, el Hotel Agua Claras.

“Hemos estado buscando el ajuste apropiado en el Caribe por mucho tiempo. Creemos en esta región,” dijo Hans Pfister, el copropietario de la Colección Cayuga. “Y Agua Claras es un hotel impresionante; es literalmente una obra de arte.”

También explicó porqué el modelo de negocio sostenible manejados por su firma es diferente del de la competencia.

“Existen compañías gestoras, como el Four Seasons o JW Marriott, que saben cómo hacer refinamiento correctamente, y existen compañías de gestión que saben como hacer sostenibilidad ecológica correctamente. Lo que nos distingue es la forma de reunir ambos. Es la simbiosis definitiva de la sostenibilidad y el refinamiento.” Dijo, citando el eslogan de la marca registrada.

Aunque usted no lo sabría a simple vista, Cayuga no es el propietario real de los diez hoteles, resorts, y hosterías en su colección, sólo los manejan. Hans y su socia, Andrea Bonilla, y el resto del equipo Cayuga, buscan propiedades hoteleras fuera de las rutas reconocidas que cumplen el criterio de ser independientemente tituladas y comprometidas con la sostenibilidad cultural y ecológica.

En la mayoría de las instancias, el arribo de Cayuga a la escena representa una transformación de la imagen de las propiedades y del impacto en la comunidad local.

El compromiso de la comunidad es clave

Parte de la estrategia Cayuga es operar a la delantera. Sus 10 espacios se localizan en Nicaragua, Costa Rica, y Panamá dentro de las áreas rurales con comunidades locales pequeñas y diversas. Lo que sigue una vez que se ha escogido un espacio, es la aplicación de sus modelo de negocios sostenible; el cual, entre otras cualidades, se enfocan en la integración de la comunidad y cultura local además de la implementación de métodos de operación ecológicamente amigables. Ejemplos del rango de aplicación del modelo es el apoyo de las escuelas comunitarias a la desaparición de los plásticos de uso-único y otros residuos no-renovables.

Aguas Claras Chiquita Alta
Aguas Claras, Puerto Viejo

“No podemos operar como una isla, solo entre nosotros,” Explica Pfister. El ser sostenible significa compromiso comunitario, y eso significa contratar y comprar localmente.

Uno de los primeros movimientos que hicieron después de adquirir el Hotel Aguas Claras, fue formalizar proyectos comunitarios ya existentes y reemplazar los ingredientes importados del menú con alternativas localmente abastecidos. También integraron al menú las recetas locales y platos a riesgo de desaparecer. Su objetivo es destacar la cultura, productos, y medio ambiente local para que se convierta en una parte integral de la experiencia de cada huésped.

“El modelo de Cayuga ayuda a reducir la migración a las ciudades, ofrece fuentes de empleo local valioso, y generan orgullo real en la comunidad local. Lo que ha logrado Cayuga, al añadir valor a los negocios así como valor social a sus comunidades y crear un marco sostenible, es realmente inspirador,” dijo Fiona Jeffery OBE, Presidente de Tourism for Tomorrow y Just a Drop (Turismo para el Mañana y Sólo una Gota).

La Colección Cayuga ganó el Premio 2018 Tourism for Tomorrow People por encima de los finalistas Camboyanos y Australianos así como el Premio 2017 National Geographic World Legacy for Earth Changers en Berlín.

Un mercado diverso con mejores valores

Le Cameleon Noa Bar Beach Club
Le Cameleon’s Noa Bar, Puerto Viejo

No se equivoque; varios de los hoteleros de Puerto Viejo y de la región están fuertemente enraizados en la comunidad local, comprometidos a comprar localmente, y promover la preservación ecológica. Hoteles Visionarios como Le Cameleon Boutique Hotel y el Hotel Banana Azul, tienen un historial impresionante de atractivo a los mercados diversos interesados en el turismo ético.

Lo que permite la llegada de la Colección Cayuga, es ayudar a exponer estos detalles notables en la arena del turismo global. En respuesta a la presente demanda, Le Cameleon, cuya expansión reciente, se encuentra ahora en los estadíos iniciales para extender nuevamente el hotel, ampliando hasta 51 habitaciones con amenidades adicionales a la orilla del mar.

Hay un efecto multiplicador que hemos observado en otras comunidades en las que operamos,” explica Pfister. “Hemos atraído la atención internacional a la región.” Sus entrevistas recientes con los editores de viaje internacionalmente estimados, incluyendo al New York Times, es un ejemplo del calibre de atención que menciona.

El tipo de clientela interesado en la Colección Cayuga son viajantes de lujo, generalmente de alto nivel que son bien educados y concienzudos, apunta Pfister. El tipo de viajero que busca todo país.

Una mina de oro cultural y ecológica

Geográficamente hablando, la Costa Atlántica de Costa Rica ofrece menos millaje cuadrado de territorio desarrollado para el turismo que del lado Pacífico. Sin embargo, con tal intensidad cultural y ecológica, es bastante diferente a cualquier otro lugar del país. A los visitantes se le introduce a una mezcla de culturas Afro-Caribeñas, Indígenas, Latinas, y culturas internacionales, y tienen la oportunidad de explorar, oír, y probar cada una.

Le Cameleon
Le Cameleon, Puerto Viejo

En cualquier día dado, la cadencia de Mekatelyou, el lenguaje Afro-Caribeño, también conocido como Limonense, así como los dialectos Indígenas Cabécar y Bribri, se puede escuchar un Inglés vinculado al Creole, Español, y un puñado de lenguas mundanas traídas por los expatriados. Las tradiciones culinarias también representan una mezcla igualmente rica de sabor e historia. Desde el cultivo de la codiciada semilla de cacao hasta el aceite de coco y especies de Jamaica. El área está madura para su descubrimiento.

Y luego, están los Parques. Las tierras bajas biológicamente intensas del Caribe son el hogar de los Parques Nacionales mundialmente reconocidos de Tortuguero, Cahuita, La Amistad, y los Parques Nacionales de Chirripó, así como el Refugio Nacional Silvestre Gandoca Manzanillo, entre varias otras reservas y refugios. El Parque Nacional de Cahuita es también el primer parque nacional en Costa Rica que ofrece acceso para discapacitados.

Los frondosos bosques lluviosos, humedales, canales, arrecifes de coral, pantanos de manglares, y bosques costeros son el hogar de múltiples zonas de vida y hábitats únicos que alojan decenas de miles de plantas, aves, mamíferos, reptiles, y especies de insectos.

Y cómo señala un residente de gran antigüedad en Puerto Viejo, “dónde más puede encontrar tanto por hacer y ver dentro de 30 kilómetros cuadrados?” Casi toda eco-aventura que ofrece Costa Rica puede encontrarse dentro de este pequeño espacio geográfico, incluyendo surfeo de clase mundial, rafting en ríos, buceo submarino y snorkeling o buceo con escafandra, anidamiento de tortugas, expediciones de vida salvaje, giras por el dosel o canopy tours, ziplines y expediciones a los territorios indígenas Cabécar y Bribri.

El futuro luce brillante

Banana Azul
Banana Azul, Puerto Viejo

Llegar al Caribe del sur es mucho más fácil y rápido que en el pasado. Una línea aérea doméstica muy antigua en Costa Rica, Sansa, vuela a la capital provincial de Limón tres veces por día, y hay dos rutas diferentes para llegar a su destino en automóvil. Las pláticas para la apertura del servicio de vuelos de Aerobell y Sansa entre los destinos populares de la Costa del Pacífico y la Costa Atlántica también se encuentran en la mesa de dibujo. Una buena movida, considerando la expansión del Aeropuerto de Limón, actualmente en curso.

Aún más, si usted observa la imagen más amplia y se imagina el itinerario ideal de vacaciones en el Caribe, las opciones son imponentes. Combine los destinos más populares cercanos a las Islas de Bocas del Toro—el segundo destino más popular de Panamá—con los favoritos del Caribe como el Parque Nacional Braulio Carrillo, los bosques lluviosos de Sarapiquí y el rafting en ríos o river rafting; el Parque Nacional Tortuguero con sus canales mundialmente famosos y sus tortugas marinas; Cahuita y Puerto Viejo con sus payas prístinas, surfing sin igual, arrecifes de coral, cultura, y aventura; y para rematar, un viaje pintoresco a través de las laderas impresionantes por debajo del Volcán Turrialba, y… ¿Qué más se podría pedir?

“Todas las señales apuntan hacia un futuro positivo para el Caribe,” dice Brownlee. Un futuro positivo, sin duda.